Convergencia, uno de los partidos políticos que integran el Frente Amplio Progresista [FAP], y que mantienen tomadas ambas tribunas del poder legislativo federal en México, se contradice a sí mismo al no querer la reforma energética que propone el ejecutivo federal. Quizá se entienda esto debido que es uno de los partidos políticos, además del PRD, que se ha dejado secuestrar por nuestro nuevo caudillo mexicano, pero al mismo tiempo deja ver la multicitada doble mora ya no solamente exclusiva del PRD.
La plataforma electoral de Convergencia, por la cual sus electores votaron por ese partido, permite la participación de la iniciativa privada en materia energética...incluyendo el petroleo. Así que la grilla y el golpe legislativo tiene otras intenciones, no la de proteger la "soberanía" del petróleo, sino imponer la soberana voluntad del AMLO y sus aspiraciones presidenciales del 2012.